El azul es un color muy utilizado y uno de los preferidos en la decoración de interiores desde hace décadas gracias a las numerosas tonalidades que éste presenta y a las diferentes influencias de su gran variedad de tonos. El azul por regla general trasmite paz, tranquilidad, frescor y limpieza, pero en las siguientes líneas veremos las sensaciones que podemos trasmitir dependiendo de los diferentes matices de azul que utilicemos.
Formas de uso del color azul
Antes de hablar de los diferentes matices de azul, queremos hablar de la forma de usar este color dentro del interior del hogar. El azul es un color de los denominados fríos, perfecto para trasmitir naturalidad y luminosidad a los espacios. Si queremos por ejemplo aumentar la sensación de espacio en una habitación pequeña de una forma alegre, el azul en tonos claros es perfecto para conseguirlo.
La calma y la paz que trasmite son perfectas para implementarlo en lugares de descanso, tanto para adultos como para niños. Para espacios de trabajo también es un tono ideal ya que trasmite calma, aumentando nuestra creatividad. Para el cuarto de baño sus tonos más claros trasmitirán naturalidad y frescura.
Color azul grisáceo para un ambiente relax
Ideal para un espacio de descanso, el azul con tonos de gris es un color muy relajante. Para que los espacios no sean demasiado fríos debemos combinar esta tonalidad de azul con toques malva o azules más vivos como el índigo en muebles y en las paredes. Este color combina a la perfección con los muebles de estilo rústico en madera de tonos claros.
Azul cielo para darle luz a los espacios
Color clásico para los cuartos de baño, el azul cielo es una tonalidad especial para engrandecer cualquier pieza. En su versión más intensa este tono es perfecto para un espacio tan dinámico como el de la cocina, combinado con pinceladas de amarillo pastel. En un dormitorio éste puede combinarse con pinceladas grises o de blanco roto.
Azul verdoso para ambientes cálidos
La alianza de azul y verde en las paredes es perfecta para asociarse con pinceladas de color beige, malva o rosa pastel. Esta tonalidad de azul es perfecta para darle luz a los espacios más sombríos, con la única condición de utilizarlo bien. Si te gusta la idea pero no te ves capaz, siempre puedes pedir ayuda a profesionales del color.
Azul marino y turquesa para ambientes calmados
El azul marino y el turquesa son tonos muy bonitos, pero es necesario utilizarlos con estilo. Si tu espacio es muy luminoso, puedes usarlo sin ningún tipo de problema. No obstante siempre debes evitar usarlo en exceso, pintando únicamente una pared en el espacio total. Para combinar estos dos colores, puedes optar por el beige o incluso el blanco. El resultado será un espacio sobrio pero chic y elegante.