Si alguna vez has tenido que afrontar una mudanza, reconocerás que el vehículo del que se dispone reviste una especial importancia.
Muchas personas acuden a su propio medio de transporte para trasladar a la nueva casa su mobiliario y enseres, pero esto dependerá mucho del tamaño del vehículo, así como de la cantidad de objetos a mudar; razones por las que también muchos prefieren contratar los servicios de transportistas profesionales o un carro especial para la tarea, como una furgoneta.
Así, si este último escenario es por el que te decantarás ante una eventual mudanza, los consejos que aquí te damos te serán de mucha utilidad para hacer el proceso lo más seguro y cómodo posible.
En nuestro país, para poder conducir una furgoneta tenemos que tener una edad mínima de 23 años y llevar al menos dos años con la categoría necesaria (la B) en el permiso o licencia de conducción.
Es importante saber que con esa categoría solo podemos manejar carros de hasta 3,5 toneladas, con lo cual el tamaño máximo del vehículo a emplear para la mudanza no puede rebasar esa cifra.
Además del límite mencionado anteriormente, el tamaño de la furgoneta resulta primordial para la mudanza, ya que de él dependerá la carga y el número de ocupantes que podrán ir en el viaje. Si vas a alquilar una furgoneta, algo que aconsejamos pues es lo más cómodo y económico, debes tener bien claro el volumen que necesitas para la mudanza. Si tienes muchas cosas, pero de pequeño volumen, te aconsejamos que no alquiles una furgoneta demasiado grande para ahorrar viajes. No es trivial conducir una furgoneta de grandes dimensiones, y es preferible alquilar una más manejable.
Tanto es así, que primero debe definirse todo lo que mudaremos y en base a eso es que luego debe rentarse la furgo. A mayores exigencias en volumen de carga, mayor deberá ser el tamaño del vehículo, aunque es importante saber que mientras más grande sea un vehículo, más cuidado nos demandará al volante, sobre todo en los giros y estacionamientos, que pueden ser un verdadero rollo o complicación.
Como has de saber, el clima influye en todo lo que queramos hacer cada jornada. En tal sentido, entenderás que no es lo mismo mudarse bajo condiciones de invierno, que un día de verano o uno fresco de primavera. Por tanto, comprueba los pronósticos meteorológicos para el día en que te mudarás y asegúrate de que en el día escogido tendrás al clima de tu lado.
Cuando rentamos un coche, las empresas incluyen mayormente planes y abonos de seguros que dan una mayor cobertura y garantía a las tareas que se ejecutarán con el vehículo. Con una furgoneta para mudanzas sucede lo mismo, y debemos tratar de adscribirnos a algún plan que nos cubra ante variados imprevistos.
Más que un gasto extra, se trata de una inversión que elevará la seguridad de la mudanza.
Cuando vayas en la furgoneta, y más con toda la carga de la mudanza, recuerda no pasarte nunca con la velocidad. Es importante que planifiques bien tu tiempo y concientices que no es lo mismo conducir un vehículo ligero que uno de carga.
Por tanto, maneja con cuidado. Hacerlo te evitará lamentables accidentes con saldo negativo para tu vida e integridad física, así como para la de los enseres que estás moviendo.
En el proceso de mudanza gastamos mucha energía, razón por la que será importante, más si conduciremos la furgo nosotros mismos, descansar bien el día antes y el día después, cuando devolveremos la furgoneta.
Ello será una garantía para manejar adecuadamente el estrés, y evitar accidentes en la carretera.
La organización que se da a la carga en la furgoneta es un aspecto crucial para el traslado de la misma y el éxito de la mudanza.
Para este fin, es recomendable guardar adecuadamente en cajas todo lo que se trasladará y colocarlas en la furgoneta atendiendo al principio del equilibrio del peso. Asimismo, es importante auxiliarnos de cuerdas que aseguren la carga en todo momento y la prevengan de caídas o pérdidas ante un frenazo u otros cambios bruscos en el movimiento.
En una mudanza es importante no perder de vista nunca la carga. Existen pillos que aprovechan el mínimo descuido para hacerse con alguna caja y si te descuidas hasta te pueden levantar la furgoneta. Por tanto, alerta máxima en todo momento.
El aparcamiento en una furgoneta es algo distinto al de un vehículo ligero. Además, por tratarse de una mudanza es importante tener en cuenta una serie de principios como parquear cerca de la casa, para hacer la carga y la descarga más sencillas, y antes de emprender todo el proceso coordinar sitios de aparcamiento acordes con las dimensiones del vehículo, y libres de prohibiciones.