No hay nada más inglés que un sofá Chesterfield. Si este tipo de sofás son tus preferidos no te pierdas las siguientes líneas, porque en ellas hablaremos de uno de los sofás más populares de la historia, hablando precisamente de su propia historia y de algunos datos curiosos sobre ellos.

Chesterfield es una ciudad del condado de Derbyshire, situado en la zona centro de Inglaterra. Una de las primeras cosas que nos gustaría aclarar es que la palabra “Chesterfield” se refiere a un estilo de sofá y no a una marca. Existen muchas teorías sobre el origen de estos sofás, pero la que más fuerza tiene es la que respalda que Phillip Stanhope, cuarto conde de Chesterfield (1694-1773) encargó el primer sofá Chesterfield con sus característicos botones, su cuero acolchado, sus brazos redondos y su pasamanería con clavos.

Los elegantes sofás Chesterfield evocan imágenes de los clubes ingleses del S.XIX, los llamados English Gentlemen's Clubs. Pero estos sofás que eran sinónimo de elitismo en los años 1960-1980 se convirtieron en elementos más accesibles y asequibles debido al aumento de fabricación que se produjo en Inglaterra. Lo curioso es que la mayoría de su fabricación se realizó en el norte de Inglaterra, pero muy pocos en el condado de Chesterfield.

Estos sofás Chesterfield más actuales son los que más presentes están en nuestros días, sofás construidos con una estructura de madera con el interior acolchado con espuma y un cuero de calidad en el exterior. El cuero utilizado en Inglaterra generalmente es de vaquilla. La mayoría de los fabricantes en Reino Unido han dejado de usar el pelo de caballo como relleno, cosa que sí se hacía hasta la década de los 60. Los sofás de aquella época se venden a precios altísimos, ya que quedan muy pocos en buen estado.

Los colores más populares de los sofás Chesterfield son el marrón, el burdeos y el verde oscuro, un color también llamado Parliament green ya que es el color utilizado en la casa del primer ministro británico. El color negro no es tradicional, siendo una moda más actual.

Por último nos gustaría terminar con una curiosidad, y es que en julio de 2009 se encontró el sofá Chesterfield de Winston Churchill en un vertedero. Éste fue vendido posteriormente en una subasta por 7.500 libras.