Disfrutar de una piscina en casa durante el verano no tiene que ser algo difícil de lograr, ya que en la actualidad existen muchas opciones prácticas y económicas. Si tienes un espacio adecuado en el jardín, patio o hasta en la terraza puedes colocar una piscina y gozar del sol.

Entre las más populares y con mejor estética resaltan las piscinas de madera, que te ofrecen la posibilidad de seleccionar entre una gran diversidad de formas y tamaños. Estas piscinas se pueden colocar enterradas, semi-enterradas o elevadas.

Las piscinas de madera elevadas ofrecen grandes ventajas con respecto a otros tipos de piscinas desmontables. Una de las más resaltantes es que se incorporan fácilmente al diseño de tus espacios exteriores y brindan un aspecto muy agradable y elegante.

Ventajas de las piscinas de madera elevadas

Una piscina de madera elevada es una estructura diseñada para ser llenada con agua y con revestimiento de madera. Estas piscinas pueden estar fabricadas de distintos tipos de madera y ofrecen las siguientes ventajas:

1. Estética

Por lo general se asocia una piscina elevada y desmontable a una estructura antiestética fabricada en plástico y con tubos metálicos. Esto ha cambiado radicalmente desde que se diseñan piscinas con revestimiento de madera, que tienen un aspecto muy natural.

Las piscinas de madera elevada vienen en distintos tonos de madera y sus accesorios, como la escalera de acceso, también se fabrican de este material. Por tanto, pasan a formar parte de la decoración de exteriores de tu vivienda.

2. Diversidad de diseños

Al momento de seleccionar una piscina de madera elevada, es posible encontrar distintas formas como las redondas, rectangulares, ovaladas o hexagonales. En cuanto al revestimiento exterior, se puede elegir entre acabados más rústicos o elegantes para personalizar la decoración.

Los tamaños también son variables y te permite encontrar la piscina más adecuada para el espacio que tienes disponible en casa. Así, existen las mini piscinas que son ideales para áticos o terrazas con dimensiones que no exceden los 3 m de largo x ancho y otras de mayor tamaño cuando cuentas con un espacio exterior grande.

3. Durabilidad

La mayoría de las piscinas de madera elevada han sido fabricadas con materiales que reciben tratamientos especiales para aumentar su durabilidad. La técnica que más se utiliza es el autoclave, en la cual la madera se impregna con agentes conservantes no tóxicos.

Al aplicar este tratamiento, el revestimiento se vuelve muy resistente al deterioro por el agua y agentes biológicos que puedan atacar la madera. Por tanto, ofrecen una durabilidad de 10 años en cuanto a la estructura del revestimiento.

4. Uso de materiales naturales

Las piscinas de madera son muy atractivas por el uso de elementos naturales que se integran mucho mejor al ambiente de los espacios exteriores. La madera proviene de diversas especies de pinos europeos.

Uno de los más apreciados es el pino rojo proveniente de bosques del este y norte de Europa, porque tiene un crecimiento lento y muestra una gran resistencia la exposición al sol. También se utiliza el pino negral o francés así como el roble, pero este en menor proporción.

5. Facilidad de instalación

Entre los aspectos que más llevan a optar por una piscina elevada es que su instalación es muy sencilla y no se requieren permisos especiales de construcción.  Solo requieres tener el espacio disponible, acondicionar el terreno y seguir las instrucciones de instalación del fabricante.

Al adquirir estas piscinas, generalmente se incluye el liner (revestimiento interior), la escalera de entrada, un tapiz como base del suelo y los filtros. Hay empresas que te ofrecen asesoramiento técnico especializado al momento de instalar tu piscina de madera elevada.

6. Desmontables o fijas

Las piscinas de madera elevadas te permiten desmontarlas luego de pasado el verano o mantenerlas como una estructura fija durante todo el año. Esto porque se incorporan al diseño de los espacios exteriores.

Al desmontar la piscina debes contar con un espacio para resguardar todas las piezas con las condiciones adecuadas y luego volver a montarla. Si decides dejarla fija, debes tener cuidados especiales para su mantenimiento durante el invierno.

7. Mantenimiento

Estas piscinas requieren un mantenimiento mínimo para conservar el agua depositada en buenas condiciones. Muchas incorporan filtros que hacen la depuración en tiempos cortos de aproximadamente una hora y cuentan con recipientes especiales para las pastillas de cloro.

Entre los pasos que debes seguir es controlar regularmente el pH del agua, el cual tiene que estar en un rango entre 7,2 a 7,6. Asimismo, puedes aplicar distintos productos, además del cloro, para evitar la formación de algas.

8. Amigable con el medio ambiente

Las piscinas de madera elevadas están fabricadas con materiales que pueden ser reciclados una vez que ha cumplido su vida útil. En el caso de las de madera maciza, el material se puede utilizar para otros fines o se degrada con el tiempo.

Otro material utilizado para la fabricación de estas piscinas es la llamada madera composite que tiene un 48% de madera, con 50% de PVC y 2% de titanio. Estos componentes se pueden reciclar completamente y ninguno contiene elementos tóxicos al medio ambiente.

9. Seguridad

Cuando instalas una piscina y tienes niños y/o mascotas en casa, una de tus prioridades debe ser la seguridad. Las piscinas de madera elevadas impiden que los niños puedan caer por accidente a la piscina, ya que no están en el nivel del suelo.

A fin de evitar accidentes, lo más conveniente es que retires la escalera de acceso y la coloques en un lugar no accesible para los niños. De esta forma, se reducen los riesgos de que los pequeños puedan subir cuando no los estés observando.

10. Precio

El adquirir e instalar una piscina puede llegar a tener un coste bastante elevado, particularmente si decides hacer una de obras. Al seleccionar una piscina de madera elevada, te ahorras los gastos de instalación porque lo puedes hacer por ti mismo.

En cuanto a los precios de estas piscinas, oscilan entre los 800 hasta 5.000 euros aproximadamente. Esto va a depender del tipo de material de fabricación, el tamaño así como los accesorios y servicios que incluya la piscina.