El estilo mediterráneo se basa en una premisa muy clara: dejar que el sol inunde toda la vivienda. El color y el calor del estilo mediterráneo proporcionan un ambiente alegre que trasmite muchísimas ganas de vivir.
A grandes rasgos se trata de una decoración relajada y cálida que trasmite un poco el estilo de las vacaciones y del tiempo libre.
En este estilo los colores son de vital importancia ya que ayudan a proporcionar mucha luz. Los colores que priman en las paredes de estas decoraciones son el blanco, el color aguamarina, el ocre o el verde oliva. Además tenemos que conseguir crear una decoración rozando el minimalismo (sin mucha recarga de elementos) y de ambiente cálido, logrando crear así un lugar donde se mezclan fantasía y realidad.
Los suelos ideales para este tipo de estilo son de terracota o de madera clara, mientras que los techos serán blancos dejando vigas a la vista en la medida de lo posible. En la decoración mediterránea se estilan los patios interiores, el uso de azulejos o mosaicos, y la presencia de hierro forjado en lámparas, espejos, marcos, etc.
En resumen podríamos decir que el estilo mediterráneo premia una decoración distendida, sin complicaciones, imaginativa, muy luminosa y sensible a materiales naturales.