Hoy me he encontrado con un puf de mimbre totalmente renovado de una manera sencilla pero efectiva y quería compartirlo con vosotros. Con tan solo un poco de pintura podemos cambiarle la cara a este accesorio multiusos.
En la imagen inferior que acompaña el artículo podemos ver el antes y el después del puf, y la verdad es que el resultado que da aplicar unas capas de pintura de varios colores es muy llamativo. Con tres colores conseguimos un puf perfecto para un ambiente bohemio o vintage, ¿verdad?
La pintura que utilizaremos para renovar el puf no tiene que ser especial. Simplemente debemos saber que el mimbre “chupa” mucha pintura, por lo que será necesario que le demos como mínimo tres capas de pintura.
Si el mimbre tiene algún desperfecto es un buen momento para arreglarlo. Podrás hacerlo con masilla para madera. Aplícala antes de pintar y no lo hagas hasta que ésta esté bien seca.
Para crear las rayas de colores que se han creado en el puf de la imagen no es necesario que uses ningún método especial. Si la línea no queda del todo perfecta, el resultado es aún más personal. Además siempre puedes corregirla con la pintura del otro color.
Y terminaré con un último consejo. El mimbre hace que la pintura se cuele mucho por sus huecos, así que es importante aplicar bastante pintura en cada pasada. Aunque mucho cuidado con la cantidad porque no tienes que pasarte y que la pintura caiga en chorretones. Practica con la capa más inferior de pintura, que así los posibles chorretones caerán al suelo.